El interior de la sala, registrado con mirada objetiva, centra el foco en las relaciones entre el espacio para un uso y los hombres que ya no están. Resulta extraña la ausencia de personas. Es que nunca vimos una sala de espectáculos iluminada y vacía. No hay acontecimiento, ninguna acción, sólo el estado de las cosas. El vacío que dejan las costumbres cuando cambian.

No son el registro del espacio físico. Son rastros de hábitos sociales que han pasado; eso fotografía. Ambientes rigurosamente vacíos que nos envuelven e invitan a mirarlos de nuevo.

Lo teatral no está en la acción dramática que sucede sino en la arquitectura. Una escena congelada nos remite, inevitablemente, a la narración de los acontecimientos que sucedieron.

Estela Izuel Se graduó en la Facultad de Bellas Artes, UNLP; vive y trabaja en La Plata, Argentina. En 2012 recibió una beca del Fondo Nacional de las Artes para continuar un ensayo sobre salas de teatro y cine. Ha obtenido numerosos premios y mostrado sus obras en exposiciones individuales y colectivas. Su obra forma parte de las colecciones de: Museo Palacio Ferreyra, Mamba, Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Pettoruti, Museo Artes Visuales de Junín (MACA), Museo de Arte Contemporáneo de Bahía Blanca y colecciones privadas de Argentina y EEUU.

www.estelaizuel.com

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