Toda construcción arquitectónica, se eleva desde un cimiento sólido: la piedra angular desde la cual se hace necesario confiar el resto de la estructura. Nosotros, como seres edificados no estamos exentos de construirnos y reconstruirnos en determinados momentos de nuestra existencia. Antiguamente era el NAOS tanto para griegos, egipcios y en el cristianismo primitivo, la base de todo centro ceremonial, puesto que ahí se concentraba la fuerza vital de la divinidad, desde la cual irradiaba el poder creativo, la voluntad, la intención para terminar dicha obra de naturaleza arquitectónica, con significación espiritual como medio de aspiración a lo divino.

CARLOS LIMAS nos invita a través es su propio lienzo, el lente de su cámara que es el medio que sucumbe ante su exacerbada intención de expresión, consciente de poder expresar el mundo a través de su concepto de identidad, sometiéndose a procesos y transformaciones conceptuales, nos recuerda un tanto la osadía de Abramovic, cuyos elementos principales de construcción son la disciplina, el equilibrio mental, el espacio y el tiempo. Es así, como a través de su obra nos invita a experimentar una cercanía a su propio NAOS, es decir, a su propio lugar sagrado desde el cual se crea, se destruye, se reinventa y se reconstruye a sí mismo, buscando siempre explorar y experimentar entre lo real y lo imaginario, entre lo tangible y lo abstracto, entre lo efímero y lo eterno, rompiendo con ello sus propios códigos de representación que tejen y destejen, la esperanza de una realidad siempre relativa que a su vez desde su perspectiva nos crea y nos transforma a todos.

Dora Castillo, 2015

CARLOS LIMAS (1970, Tamaulipas, México)

Realiza sus estudios de Licenciatura en Diseño Gráfico en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, posteriormente se traslada a Europa a la ciudad de Bruselas, Bélgica para realizar estudios de Artes Visuales en la Academia Real de Bellas Artes, institución que lo becaría para desarrollar proyectos de Arte Conceptual en la Academia de Brera en Milán, Italia bajo la asesoría de Luciano Fabro. Su obra se representa en distintas disciplinas como la pintura, el video, la instalación, la fotografía y el diseño.

Ha expuesto a nivel internacional como Bélgica, Eslovaquia, Italia, Francia, China y Bolivia. A sido becario por parte de los estados de Nuevo León y Tamaulipas e impartido clases en instituciones como el Museo MARCO, CEDIM y Arte A.C. Ha recibido varios premios de adquisición y menciones honorificas tanto en pintura como en fotografía.

Como promotor cultural en el 2004 fundó el Espacio de Alto Riesgo y en el 2006 fungió como Coordinador del Taller de Experimentación Plástica en el Centro de las Artes del Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León hasta el 2011. Actualmente vive y trabaja como artista independiente en ambos lados de la frontera entre México y Estados Unidos.