Este proyecto se basa en el desplazamiento, en la migración entre dos capitales que marca la biografía de la artista desde muy temprana edad.

Las vivencias como emigrante en una sociedad ajena, versus las periódicas visitas al país de origen, determinan en la artista una particular mirada del territorio, el paisaje y el mapa. Para llegar a su nueva ciudad no ha cogido un barco, ni un bus, ni un tren, sino más bien un vuelo de avión de dos horas y diez minutos, etiquetado con el código “MVD – SCL”. Y resulta que al viajar en avión nuestra percepción del paisaje se ve trastocada: la vista cenital y macro no solo lo aplana, también lo abstrae, lo vuelve lejano. Todo el detalle, todo el acontecer cotidiano de un territorio pareciera detenerse, no existir incluso, cuando se le observa desde 10 km de altura.

“Ese país de origen, en mis recuerdos y en mi experiencia, se asemeja a los paisajes que veo arriba del avión: paisajes abstractos en pausa.”, declara Gianello.

La obra que nace de esta investigación se titula “MVD – SCL”. Se configura a través de operaciones de fragmentación, desplazamiento y traducción de datos, como la línea, el color y la mancha, en relación a una serie de fotografías satelitales que trazan el recorrido aéreo entre la ciudad de origen de la artista, Montevideo, Uruguay, y su lugar de residencia, Santiago de Chile. Como resultado de estos procedimientos digitales y análogos, se crean 63 piezas de madera aglomerada. Con variables formas, profundidades, capas y colores, las piezas van dialogando entre sí, concibiendo un panorama, una línea de espacio y tiempo. En consecuencia se habla de cartografías pictóricas que transitan entre los límites de la figuración y abstracción.