PSEUDOMATISMOS DE RAFAEL LOZANO-HEMMER. UN TEXTO DE FUTURO MONCADA
08/01/2016LA MIRADA FURTIVA. RESEÑA DEL LIBRO La fotografía y el cuerpo (John Pultz, 2003)
11/01/2016PRÓLOGO INNECESARIO DE ANGIE SAIZ
Como todos los años el movimiento perturba.
Ollas resuenan y titilan en frecuencia con los roces de apuros ni igualados.
El chillido de la tetera mil veces, el bis constante del corte en tabla, la ansiedad del primer trago, deseos ridículamente felices.
El paso hacia el otro lado se parece a esa fuga mutua con la amiga de chica que vivía después de la pandereta de atrás en la dormida cuidad de Antofagasta, nos quedábamos allí en la fronteriza conversación de infancia que pretendía evadir toda prisión de dictadura provinciana. Escaleras chuecas y el grito de llamado nos encontraban. Esa fuga cotidiana no prometía, cortaba, no sé cómo, lo que había con lo que podía haber, así como los incidentes trágicos cambian el estado de las cosas y sus consecuencias posteriores. Toda posibilidad de cambio pulsa si se existe sin lugar; esa búsqueda determinante a través de escaleras de hechura incorrecta y de radicalidad propia es, sin quererlo, una utopía revolucionaria en sí misma. El cambio, la movilidad, el quedarse o el partir, encuentra su real salida a través del tiempo y los intersticios descoloridos, como cuando se embalan cajas que no se abrieron más y que se olvidan en lo alto de algún espacio secundario.
No olvidar que no hay avance sin punto de partida.
El nuevo año, el nuevo viaje, la tautología del inicio.
Despertados temprano, moviendo todo de forma que no estuviera rutinaria y ordinariamente organizado como a diario, parecía que algo cambiaría: las apariencias engañan. Una descongela el pavo, otro pelea con los arreglos de llaves y cañerías, varios se quedan arranados contemplando la sobre excitación de los que no pueden estarse quietos, los jóvenes inútiles y desanimados manosean toda la tarde el play station, mientras la mayor no termina nunca de preparar el caldo de festejo. Mi mamá decía que antes de las doce había que tener todo absolutamente limpio: ropa, sábanas, platos, pisos y muros. Por dentro, ni hablar. El paso, el cruce, ya viene prometiendo siempre renovación, radicalidad revolucionaria per sé.
De esa misma manera, en el coqueteo con la muerte, cuanta historia bíblica y retórica católica existe intenta convencer de que ese otro paso hacia el más allá le da sentido a todo; la paz que no se encuentra, el paraíso por siempre, el perdón sobrehumano y la vida eterna. Si se pudiera confirmar, nadie hablaría más de aquello ni serviría tontamente para cálculos económicos y corruptos; esa fe dispara el ahora soslayado por lo que aún no vendrá en una espera dulce y seductora. Desde el aquí, lo nuevo, la reinvención, las segundas, terceras y cuartas oportunidades son también una fuga, un arrepentimiento disfrazado de celebración pero que esconde también la desesperación por volver al punto de partida, o como se exhibe en el cliché, partir de cero tras el borrón y cuenta nueva.
Se desarmó la maleta tres veces, cuando se va hacia el anonimato transeúnte, por barrios, rostros, olores, vientos y ruidos nunca vistos, no se sabe bien que llevar o que dejar; finalmente la fuga es la búsqueda de lo incierto en la noción de abandonar el nombre propio por el apodo futuro y lo que no se sabe más. Desde el trauma, el miedo y el sin sentido miles de miles escapan, otros cuantos resisten y encapsulan el andar de la no pertenencia y el global estado migratorio, en ese abandono del espacio de comodidad y confort familiar (o de la vida en terror) se acerca la verdad de un futuro imperfecto y la ambivalencia en crisis constante de un listado que ahorca,
consagrar/comenzar
capitalizar/arriesgar
amarrar/dejar
descabezar/acumular
revolución/comodidad
fácil/oficio
réplica/protocolo
verdad/publicidad
anonimato/reconocimiento
apariencia/omisión
plan/azar
interesante/común
desilusión/independencia
espectáculo/rutina
retórica/realidad
desborde/puntería
virtualidad/recorrido
trinchera/campo abierto
resistencia/vacío
academia/praxis
deambulo/escondite
… / …
*El texto Prólogo innecesario es parte de la serie de obras en diferentes formatos Sexy Cliché
Angie Saiz: (Santiago, Chile 1977) Artista visual con producción de obra en pintura, fotografía, intervención pública, videoinstalación y arte sonoro. Su trabajo desarrolla problemáticas visuales a partir del imaginario biográfico y la identificación del espectador con lo que ha llamado una posible estética del trauma, además del cruce y crisis entre las nuevas tecnologías y los conceptos de tiempo, limbo y ruina. Ha expuesto en importantes espacios dentro de su país, como el Museo de Arte Contemporáneo, el Museo de Artes Visuales MAVI y Galería Metropolitana. También ha participado en muestras internacionales en espacios como YAKU Museo del Agua en Quito, Galería Marta Traba de Sao Paulo y Human Resources Gallery en Los Ángeles C.A. en Estados Unidos. Además, es curadora, directora y productora de proyectos en artes visuales y realiza labor editorial en publicaciones afines. Actualmente realiza proyectos expositivos, de residencia y gestión dentro y fuera de Chile.
http://angie-saiz.artenlinea.com/