Este año ha sido importante para el desarrollo de la escena del arte de acción en Latinoamérica: en la primavera, tuvo lugar la primera edición de BP 15 (Primera Bienal de Performance) en Argentina; BIPCA 2015, la I Bienal Internacional de Performance de Caracas, se inauguró en julio en Venezuela; en Ecuador, acaba de concluir el FAAC 2015, el Festival Internacional de Arte de Acción de Cuenca.

Aunque se ha dicho que quizás este auge refleje una creciente apuesta institucional por el arte de acción en Latinoamérica, y aunque es cierto que el arte de acción está disfrutando de una cada vez más voraz acogida en los eventos de las grandes instituciones de arte a través del mundo, desde museos como el Whitney de Nueva York y ferias de arte comerciales hasta galerías privadas y relativamente pequeñas, los hechos son un poco diferentes. Muchos de los deseos de incluir performance en grandes eventos artísticos se basan en el afán de presentar una suerte de espectáculo sin salirse del campo artístico, o en el deseo de poder lucir grandes nombres como el de Marina Abramovich o Laurie Anderson. Esto no deja de asemejarse a los rótulos luminosos con los nombres de las estrellas de los casinos de Las Vegas, con arreglo a los tiempos. Sin embargo, frecuentemente acaba en decepción para las instituciones promotoras, ya que Laurie Anderson dista mucho de Elvis Presley, y gusta de bajar a sus propias proyecciones en Manhattan en camisa de leñador.

De hecho, los festivales que comenzaron sus andaduras en América Latina este año, empezaron como iniciativas de individuos, como la gran mayoría de los ya existentes en el mundo, y consiguieron salir adelante con más o menos apoyos de instituciones más o menos grandes, públicas o privadas. En el arte de acción, abandonado por el resto del mundo artístico oficial durante gran parte de su existencia, ya es tradición que, por pura necesidad, sean los mismos artistas los que se dedican tanto a la organización y curaduría de los eventos, como a la teoría, crítica y enseñanza. Precisamente por haber tenido que dedicarse a todo esto, puede que sean los que tengan más información y más criterio sobre de qué va y a dónde va el arte de acción en estos momentos.

Por otra parte, el arte de acción ha prosperado en Latinoamérica durante mucho tiempo como forma de trabajar, quizás por las mismas características innatas que lo han mantenido fuera de los circuitos oficiales de arte: la no necesidad de financiación, recursos, grandes pabellones -de casi nada- para desarrollar un trabajo artístico personal.

El FAAC 2015 ha sido iniciativa de Fernando Baena, artista y curador español, quien preparó y dirigió el festival como parte de su proyecto dentro del programa Prometeo del Ministerio de Educación de Ecuador. En este sentido, el festival sí nació en el seno de una institución, pero como el resultado práctico y real de un trabajo de investigación en un contexto académico.

Mientras que existen artistas ecuatorianos que participan activamente y son bien acogidos en el mundo del arte internacional, la mayoría de ellos viven fuera del país, y lo que ocurre en Ecuador en cuanto al arte contemporáneo es poco conocido en el exterior. Sin embargo, hay muchos artistas trabajando activamente, tanto jóvenes como otros que cuentan con una larga trayectoria, y la gran mayoría no se llaman Guayasamín. También colectivos como Ñukanchik People o La Multinacional Práctica Artística que desarrollan actividades, como han sido en 2015 los eventos de Cuerpo Pacífico y el festival Hélice que tuvieron lugar en Quito y Cuenca. La idea del FAAC 2015 no ha sido la de desarrollar una línea curatorial, sino la de proporcionar un marco para que aquellos artistas ecuatorianos que trabajan en el arte de acción presenten su trabajo, y para crear la posibilidad de intercambio y convivencia entre los artistas del país y los de otras regiones del mundo. El arte de acción ha sobrevivido en muchos rincones del planeta precisamente debido a la creación de circuitos y redes entre los artistas, colectivos y festivales de diferentes lugares.

Los veteranos del arte de acción son los que lo han visto y vivido todo, tanto en su experiencia en el mundo del arte, como a nivel social y político en sus lugares de residencia. Este es el motivo por el que en las primeras fases de su organización, el FAAC 2015 ha procurado contactar con artistas como Alastair MacLennan (Reino Unido), Bartolomé Ferrando (España), Clemente Padín (Uruguay), Roi Vaara (Finlandia) o Seiji Shimoda (Japón), artistas con una larga trayectoria y una gran experiencia el mundo académico y en la organización de festivales, consiguiendo una respuesta entusiasta de todos ellos. El festival presento el trabajo en vivo de 33 artistas; además de los ya nombrados, las acciones de los ecuatorianos Jenny Jaramillo, Xavier Blum, Danilo Zamora, Falco (Fernando Falconí), Rodrigo Viera, Edison Cáceres Coro, Omar Puebla/El Depósito, María José Machado, Daniel Coka, Carlos Paredes, Juan Andrés Maldonado, Raúl Armijos, Juan Ángel Vélez Salazar, Juan Pablo Ordóñez, José Luis Macas, Carlos Vargas, y Olmedo Alvarado, Karina Skvirsky (Ecuador/EEUU), Santiago Reyes (Ecuador/Francia), Aidana Rico (Argentina), Silvio de Gracia (Argentina), Ronald Duarte (Brasil), Gonzalo Rabanal (Chile), Anna Gimein (EEUU), Nieves Correa y Abel Loureda (España), Elvira Santamaría (México/Irlanda del Norte) y Santiago Sierra (España).

Como parte del FAAC 2015, aun continúan en diferentes espacios de la ciudad de Cuenca tres exposiciones relacionadas con trabajos de arte de acción: Inventario de los Gestos, presentaciones en vídeo de artistas brasileños curada por Marisa Flórido; Rebeldías de la Carne, curada por Silvio de Gracia, que muestra una selección de registros de performances realizados en Latinoamérica durante la décadas de los años 70 y 80, años de luchas contra las dictaduras; y Lo que queda de la acción, curada por el director del festival, Fernando Baena, que examina las diferentes estrategias de preservación de trabajos de acción, con los artistas ecuatorianos Adrián Balseca, José Luis Macas, Juan Fernando Ortega, Juan Pablo Ordóñez, Karina Skvirsky, Pablo Cardoso, Santiago Reyes y Unidad Pelota Cuadrada. La producción de las exposiciones estuvo a cargo del coordinador del FAAC 2015, el artista Patricio Palomeque, director de la galería Proceso/Arte Contemporáneo de la Casa de Cultura Ecuatoriana Núcleo Azuay.

El componente académico del FAAC 2015 fue un simposio compuesto por seis mesas redondas en la Universidad de Cuenca, en el que participaron todos los artistas del festival, así como los gestores y curadores Hernán Pacurucu, Juan Ramón Barbancho, y Melina Wazhima. Las mesas redondas trataron aspectos diferentes: el arte de acción en Ecuadory América Latina, los festivales de acción, la actualidad de la disciplina en paises tan diversos como Brasil, Rusia y los Estados Unidos, la enseñanza, la implicación social, los colectivos y las redes. La conexión del festival con la universidad ha sido coordinada por Blasco Moscoso, director de la Escuela de Artes Visuales de la universidad. El FAAC 2015 también presentó tres talleres, dirigidos principalmente a estudiantes de arte, artistas y profesionales del sector: los de Nieves Correa y Abel Loureda y de Elvira Santamaría se desarrollaron en la Universidad de Cuenca, y el de Antonio Caro (Colombia), en la sede de la Fundación Bienal de Cuenca. El artista Xavier Blum ofreció un taller como parte de su acción para el festival.

Todo esto ocurrió en pocas pero muy concentradas jornadas del 1 al 9 de octubre. Además, las actividades incluyeron varias presentaciones. Se proyectaron vídeo-registros de varias ediciones del festival invitado, Acción!MAD, dirigido por Nieves Correa. Se presentó el AEAA, Archivo Ecuatoriano de Arte de Acción, otro resultado del trabajo de Fernando Baena en Ecuador, que supone un esfuerzo por crear una base de datos online con información sobre los artistas ecuatorianos que trabajan en este campo. Se estrenó Historias de Cuenca, un trabajo de acciones para vídeo dirigido por Fernando Baena, con los artistas cuencanos Carlos Paredes, Damián Sinchi, Daniel Coka, Darwin Guerrero, Falco, Janneth Méndez, María José Machado, y Suamy Vallejo. La web del FAAC 2015 recoge textos, vídeos y fotografías que documentan los eventos del festival; en los próximos días, saldrá un catalogo que incluirá un DVD con los registros y otro con los trabajos de Historias de Cuenca.

El FAAC 2015 tuvo una muy buena acogida, con un público sorprendentemente numeroso asistiendo a todos los eventos del festival. Aun cuando es el resultado de una iniciativa de un artista, un festival de estas dimensiones no puede realizarse sin la participación de instituciones públicas. El FAAC 2015 se articuló desde la Casa de Cultura Ecuatoriana Núcleo de Azuay, con el auspicio y la colaboración de la Bienal de Cuenca, la Dirección Municipal de Cultura de Cuenca, y la Universidad de Cuenca, con la colaboración de FRAME Visual Art Finland y el FONCA, Fondo Nacional para Cultura y las Artes (México), así como con una ayuda de los fondos concursables del Ministerio de Cultura y Patrimonio de Ecuador.

La intención es que el festival continúe, con próximas ediciones en años alternos con respecto al gran evento de arte contemporáneo del país, la Bienal de Cuenca. El actual director del FAAC considera muy importante que sea gestionado por un equipo de artistas y gestores ecuatorianos con una trayectoria en el campo de arte de acción, manteniendo lazos, pero también cierta independencia con respecto a las instituciones colaboradoras, como ha ocurrido con la primera edición. También da mucha importancia a continuar cultivando relaciones con festivales y eventos relacionados en otros partes del mundo. Por ahora, el primer resultado del principio de estas relaciones es la presentación de Historias de Cuenca en el festival madrileño XII Encuentro de Arte de Acción Acción!Mad, el 3 de noviembre.

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Texto de Anna Gimein

Fotos: Gabriela Parra