PSEUDOMATISMOS DE RAFAEL LOZANO-HEMMER. UN TEXTO DE FUTURO MONCADA

LECTURAS FOTOGRÁFICAS. UN TEXTO DE JUAN PERAZA GUERRERO
07/01/2016
PRÓLOGO INNECESARIO DE ANGIE SAIZ
09/01/2016
LECTURAS FOTOGRÁFICAS. UN TEXTO DE JUAN PERAZA GUERRERO
07/01/2016
PRÓLOGO INNECESARIO DE ANGIE SAIZ
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PSEUDOMATISMOS DE RAFAEL LOZANO-HEMMER. UN TEXTO DE FUTURO MONCADA

Varios inicios fallidos

Mi experiencia interactiva más genuina -en el arte- ha sido el contacto con la obra del artista venezolano Jesús Soto. No me refiero a sus maravillosos “Penetrables”, sino a unas pinturas pequeñas hechas con patrones geométricos, que al mismo tiempo son esculturas debido a unas baritas que tienen colgadas por delante, y que se mueven con el viento (o soplándolas) generando un efecto hipnótico.

Jesus Soto 02

Jesús Soto

Penetrable Jesus Soto

«Penetrable» / Jesús Soto

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En una muestra de la Colección Cisneros de Arte Contemporáneo Latinoamericano tuve mi experiencia interactiva más frustrante. Me ocurrió con “Bichos”, las pequeñas esculturas de la artista brasileña Lygia Clark. Estas piezas requerían de una persona que las manipulara y parecían costosos insectos “atravesados por un alfiler”. Las vi ¡pero no las podía tocar! Caí en la cuenta del valor económico de una obra de arte, su carácter de fetiche, el poder que encarna la autenticidad en una colección.

lygia clark bichos

Bicho / Lygia Clark

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Pensando en interactividad me viene a la memoria “Ten Thousand Waves” del británico Isaac Julien, una experiencia audiovisual de 360 grados impecablemente montada. Esta es una pieza que aporta otra dimensión al fenómeno audiovisual:

¿Hay alguien ahí?

La primera sala de la exposición “Rafael Lozano-Hemmer / Pseudomatismos” –MUAC- (curaduría de José Luis Barrios y Alejandra Labastida), tiene dos piezas en las que sorprenden los mecanismos utilizados, por arriesgados, por invasivos. Las dos piezas van –se diría- directo a tus pulmones, quieren entrar en ti –o tomar algo de ti-. La primera lo hace a través de nanopanfletos –de 150 átomos de grosor- en los que ha sido escrito un texto poderoso –poético/místico/científico- de Charles Babbage, pionero de la informática, en el cual se plantea su noción del universo. Se lee en la cédula: “(…) Dos millones de panfletos en oro elemental, de una pureza mayor a los 24 quilates, se imprimieron utilizando técnicas de nanotecnología. Unos 250.000 ejemplares se soltaron en esta sala de exposiciones para que estén flotando por los aires y potencialmente sean inhalados por el público”.

Los nanopanfletos recrean la noción del universo planteada por Babbage, llevando la frase, de manera fáctica, a una materialidad mínima. En este punto me viene a la cabeza, por intervalos, una pieza de Teresa Margolles –“Vaporizaciones”- en la que el espacio expositivo contiene el vapor del agua con la que se han lavado cadáveres. El público –literalmente- respira la desaparición de un cuerpo, en una acción sutil y evocadora ¡un poema rudo y pleno a la vez!

Lozano-Hemmer 24

Nanopanfletos de Babagge

La segunda pieza es un fuelle enorme que condensa las respiraciones de las personas que interactúan con él. Se trata de: “un aparato cerrado de forma hermética, que permite al público inhalar el mismo aire respirado previamente por otros visitantes”. Debo decir que desde ese día sentí, de manera intermitente, un dolor en el pecho, que no sé si atribuírselo a la pieza de Lozano-Hemmer o a las advertencias que acompañan a la misma y que previenen de su uso. “Respiración circular y viciosa” –así se llama- es una máquina clínicamente diseñada para convertirse en un cementerio vivo, que recuerda en algo –no sé bien por qué- a los dispositivos utilizados para la pena capital. Allí vas a respirar a los demás y, a la vez, quedas contenido en la máquina. La pieza es un acto de conciencia acerca del otro, en un sentido íntimo –e incómodo, diría yo-, y también una escultura de una pericia innegable.

Lozano-Hemmer 02

Lozano-Hemmer 00 caratula

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Nanopanfletos de Babbage

vaporizacion Teresa Margolles

Vaporizaciones / Teresa Margolles

Apuntes

La obra de Lozano-Hemmer es interactiva, pero en distintos niveles -ya los iremos viendo por el camino-. Su espectro va desde piezas que propician el juego público entre desconocidos, hasta piezas en las que se verifica que una máquina existe y funciona.

De vez en cuando incomoda que las piezas de Lozano Hemmer sean interactivas porque “deben serlo”, porque ese es su punto de partida. Lo deseable es que el espectador olvide la tecnología utilizada y caiga -de golpe- en la cuenta de algo; más o menos lo que se supone que debe hacer una obra de arte.

Por otro lado, debo decir que una parte significativa del arte reciente se parece cada vez más al diseño, o al revés. Algunas de las tecnologías que utilizamos diariamente pudieran ser vistas como piezas de arte, solo que funcionales y masivas –globales-, es decir, altamente rentables y transformadoras de nuestras maneras de hacer. Para empezar pienso en todas las aplicaciones de Google.

Tecnología y diseño son viejas conocidas, que en la obra de Lozano-Hemmer se unen para entrar en los terrenos del arte, y aquí es donde surgen las preguntas, por ejemplo: ¿cuál es la relación qué existe entre tecnología y diseño en un I-pod, o en su pieza “Empaquetamiento de esferas”? (¡Quiero una!) Posible respuesta: quizá que ambas piezas son pulcras y sexis.

“Cada esfera está diseñada para concentrar en un solo dispositivo multicanal toda la producción musical de un compositor. Las esferas fueron modeladas algorítmicamente para que su tamaño fuera proporcional a lo prolífico que fue cada artista”

Ahora bien, “Empaquetamiento de esferas” es un micromundo organizado por variables, o sea, una pieza de diseño de información, pero sonora, escultórica, una sofisticación precisa (este paréntesis lo pongo para incluir a su pieza “Panhimno”, que también puede ser vista como una infografía escultórica-sonora).

Recuerdo que mientras iba de una esfera a otra, escuchando ese caos como un dios que espía el cerebro condensado de alguien, pensaba en “El Principito” y los asteroides donde vive una sola persona; pensaba en las enormes brevedades de la vida y también en “Ficciones” de Jorge Luis Borges, particularmente en uno de sus cuentos: “La biblioteca de Babel” ¡re-léalo por favor!

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Lozano-Hemmer Ludwig van Beethoven 14

Empaquetamiento de esferas

Otra pregunta: ¿por qué todas las piezas con cámaras de vigilancia o activación de múltiples imágenes mediante sombras podrían ser condensadas -en la curaduría- dejando solamente la pieza realizada en colaboración con Krzysztof Wodiczko, “Pabellón de ampliaciones”? R/ Quizá porque es la única que podría estar –con argumentos- instalada en un espacio público y activar una reacción súbita en el antes espectador, ahora actor, o digámoslo de una vez: en el jugador. “Pabellón de ampliaciones” abre un horizonte de sentidos que desborda este texto.

Agrego que esta pieza toca de manera descarnada el tema de la vigilancia, no como una recreación solamente –hemos visto muchas piezas con cámaras de vigilancia”, sino que alude a la cercanía del público con sistemas que verdaderamente existen en el mundo digital –y nos espían-, tanto a través de sistemas de localización geográfica, como de detección fisonómica y de datos, o incluso en el mundo de los videojuegos: ese enorme negocio en el que las tecnologías devienen entretenimiento. En fin, “Pabellón de ampliaciones” enseña la entraña digital: una cárcel que no lo parece.

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Lozano-Hemmer 18

Pabellón de ampliaciones

Una última pregunta: ¿honestamente, la pieza “Almacén de corazonadas” no podría funcionar mejor en un museo de ciencia y tecnología y la pieza “Al aire”, en una feria del libro interactivo? Lo digo, a sabiendas de que ninguno de estos dos contextos desmerece nada.

Almacén de corazonadas: “Una interfaz detecta, a través de un sensor, la frecuencia cardiaca de los participantes. La computadora registra el pulso y lo transmite al foco más cercano el cual parpadea al ritmo exacto del corazón. Al soltar la interfaz las luces se apagan brevemente y la secuencia intermitente se transfiere hacia el siguiente foco de la cuadrícula”.

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Almacén de corazonadas

Al aire: “Las sombras proyectadas del público son seguidas por sistemas de vigilancia computarizada que generan turbulencias de humo. Cables de agencias noticiosas se presentan en tiempo real y son afectados por el humo al punto de convertirlos en atmósferas volátiles”.

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Al aire

Pd. “Puntos cardinales” y “33 preguntas por minuto” son piezas cultas, redondas, modestas.

Puntos cardinales: “Escultura cinética geolocalizada que muestra un extracto del poema Altazor de Vicente Huidobro (…) ´los cuatro puntos cardinales son tres: el sur y el norte`. Cuando sensores infrarrojos detectan la presencia del visitante, el monitor comienza a girar, incitándolo a caminar alrededor de la pieza para poder leer la cita, a la manera de un periscopio”.

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Puntos cardinales

33 preguntas por minuto: “Programa informático que utiliza reglas gramaticales para combinar las palabras de un diccionario con el fin de generar 55 mil millones de preguntas fortuitas y únicas (…) el sistema tardará más de 3.000 años en generar todas las preguntas posibles”.

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33 preguntas por minuto

Conjeturas

Las argumentaciones en la obra de Lozano-Hemmer son impecables, se diría que están a medio camino entre los textos de un manual de uso y la pedagogía simbólica. Dichas argumentaciones no se abren a malentendidos, son formularias, se siente un gran aparataje que zumba atrás de ellas y que exigió muchas horas de metódica y precisa planeación. Las argumentaciones en la obra de Lozano-Hemmer fluyen en un discurso –ocasionalmente- grandilocuente e inobjetable, aunque al mismo tiempo dejan poco margen a posibles interpretaciones.

Veamos:

“Rasero y doble rasero / Standards and Double Standards, 2004.

Cinturones controlados por un sistema de rastreo computarizado giran de forma automática para seguir al público, volteando lentamente sus hebillas para colocarse frente a los visitantes. La pieza crea una “muchedumbre ausente” mediante un fetiche de la autoridad paterna: el cinturón”.

Lozano-Hemmer 10

Rasero y doble rasero

Veamos de nuevo:

“Nada es más optimista que Stjärnsund, 2010.

Veinte candados modificados que pueden ser interconectados para crear cadenas o ensamblajes. El título es un extracto del diario de Carolus Linnaeus, científico, naturalista y uno de los padres de la ecología moderna, quien en el siglo XVIII observó la fabricación en masa de candados de seguridad, en una de las primeras fábricas automatizadas en Stjärnsund, Suecia. La idea de industrializar la producción, y de esa forma liberar a los trabajadores, le causó gran optimismo”.

Esta pieza puede ser un concepto raíz (statement) de la exposición: una metáfora de la esclavitud y el colectivismo corporativo (o de cualquier otra ideología, pero principalmente capitalista). Es clave dejar en claro, al menos brevemente, la contradicción del capitalismo: si vives en él eres libre, pero debes pagar con tu vida por ello.

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Nada es más optimista que Stjärnsund

Como crecen las coles

Rafael Lozano-Hemmer divide su trabajo entre obra de arte público y obra para museos o colecciones. Sin generalizar, me quedo -por mucho- con la primera, que alude a lo que el autor define como espectáculos efímeros con luz y sonido –de entre 2 a 6 semanas- que hacen posible la relación entre el público: “la gente ocupa el espacio de su ciudad, sin motivo ni utilidad, sin pagar nada, sin anuncios”. Se trata de hallar un espacio a espaldas de las narrativas corporativas, donde puedan surgir experiencias singulares. Estas no son piezas de sitio específico, sino que viajan por solicitud de los gobiernos de algunas ciudades -Pienso en la función de los circos de antaño, en las ferias de pueblo, momentos de la vida en los que no hay outsiders. Menciono por su dimensión poética a “Body Movies -2001-”, “Bajo reconocimiento -2005-“ o “Túnel de voz -2013-“. Piezas en las que la colectividad se manifiesta, bajo un conjunto de reglas que delimita el artista, a través de los medios que éste le plantea, pero aún así, son piezas en las que la colectividad se manifiesta.

El segundo grupo de piezas es una domesticación del anterior -me refiero a la obra para museos y colecciones-, no por su dimensión o las tecnologías empleadas, sino, en primer lugar, por el tipo de experiencia generada, más individual y delimitada: con menos niveles de interpretación (y de autorrepresentación). En las piezas de arte público, el sujeto construye de manera más clara sus narrativas, hace parte de una realidad inusitada y es, incluso, uno de sus personajes (Body Movies es un hit en este sentido)

http://www.lozano-hemmer.com/body_movies.php

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Con esta exposición me enteré que no me encanta Lozano-Hemmer, pero tampoco me desencanta. Entiendo que salir ileso de una exposición individual que genera tantas expectativas –es su primera monográfica en un museo mexicano-, y de estas dimensiones, es un lujo que pocos se pueden dar.

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Lozano-Hemmer es químico de profesión, cosmopolita (en primera por su nacionalidad múltiple: México, España y Canadá) y -en sus palabras- intermedial (entre medios) retomando al creador de la palabra, el artista británico del fluxus, Dick Higgins. Las “malas compañías” de Lozano-Hemmer fueron coreógrafos, compositores, actores y bailarines, con los cuales colaboró -desde sus tiempos de universidad- en algunos trabajos que le contagiaron la enfermedad del arte.

Lozano-Hemmer vivió para contarlo a través de tecnologías florecientes.

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Es difícil poner en duda el trabajo de Rafael Lozano Hemmer, sin entender un poco lo que hace. Me refiero a que:

  1. Trabaja en equipo
  2. Humaniza máquinas
  3. Genera experiencias
  4. Consigue que el espectador se mueva -como en un espejo- frente a sus piezas
  5. Ha logrado que los científicos amargados vean su trabajo como un entremés y los curadores y críticos amargados, como algo demasiado juguetón, efectista, participativo y seductor, o como una enunciación lúgubre y violenta (Orwelliana).

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“Nivel de confianza” es una pieza plena que invierte los propósitos de los sistemas de reconocimiento facial, diseñados para encontrar, en lugar de sospechosos en los aeropuertos caucásicos, similitudes entre el público y alguno de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa. Puedes comprar la pieza y el dinero recaudado servirá para financiar becas de estudio en esta comunidad atacada por el Estado -y el Paraestado-. Aquí la tecnología soporta el peso de una idea y no al contrario.

Lozano-Hemmer 23

Nivel de confianza

Futuro Moncada
Futuro Moncada
(Bogotá, Colombia. 1971) Docente e investigador. Sus trabajos incluyen: “Presencias literarias: voces, memoria viva” (Universidad Distrital 2000); “El imaginario simbólico femenino en las literaturas cubana y colombiana” (Universidad Distrital / Universidad Central de las Villas, 2001); “Ecología y diseño: una teoría de la forma” (Universidad Autónoma de San Luis Potosí, 2010); “Los vasos comunicantes: Colombia y México” (2012) y “México y Estados Unidos se encuentran de noche. Los desiertos de Sonora y Chihuahua en la fotografía contemporánea” (2014). Página electrónica: colectivoesteticaunisex.com Issuu: http://issuu.com/colectivoesteticaunisex

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