Intrigado por la expresión común de que el espacio es “como una telaraña”, Tomás Saraceno investigó más a fondo sobre las teorías de la física teórica contemporánea, que sostiene entre muchas otras cosas, que hay diez dimensiones en el espacio. La idea central de esta teoría, es que un espacio tridimensional es demasiado pequeño para poder contener las poderosas fuerzas que nos gobiernan (gravedad, magnetismo, fuerza nuclear fuerte y fuerza nuclear débil) . Aunque esta es una teoría no demostrada, es un campo amplio y fecundo de  investigación y es mejor conocida como la Teoría de cuerdas. Esta teoría sostiene que la materia forma delgadas cuerdas que vibran a través del hiperespacio, y es a través de esas vibraciones que se ha llegado a la conclusión de que este hiperespacio está compuesto por diez dimensiones.

Es difícil imaginar cómo sería una cuarta dimensión. ¿cómo se ve el espacio? ¿cómo se ven los objetos? ¿cómo es la vida, si es que hay otras formas de vida que la habitan? No parece tan extraño que al tratarse de una pregunta por el espacio muchos artistas se hayan interesado en este tema también. Tomás Saraceno decidió trabajar con la metáfora de la telaraña investigando no solamente el aspecto visual de la cuarta dimensión, sino que  durante el proceso de investigación aparecieron nuevas interrogantes como la vibración de las cuerdas y la forma en la que esta vibración transmite señales; el sonido de la vibración, la construcción en el espacio y el efecto que produce la restricción espacial. Para estos proyectos que han formado su cuerpo de obra, Saraceno trabajó con arañas y con un gran equipo de científicos que contribuyeron con su conocimiento a la investigación.

Círculo A recomienda este video en donde el artista platica de su obra con Bernd M. Scherer (Director de Haus der Kulturen der Welt, Berlin)

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Si quieren saber más sobre la Teoría de cuerdas pueden ver algo aquí: