J(e m)’accuse. De Rogelio López Cuenca
05/05/2016EL TIEMPO LO DESTRUYE TODO, exposición de Andrés Valles. Rincón Projects, Bogotá
09/05/2016Luis Camnitzer
Luis Camnitzer
Nació en 1937 en Lübeck, Alemania, se crió y educó en Uruguay. Vive y trabaja en Great Neck/Nueva York, Estados Unidos, y Valdottavo, Italia. Es parte de la potente generación de productores visuales de América Latina, que comenzó a trabajar desde inicios de los años 60 y que puso en entredicho muchas de las estructuras o andamiajes que sustentaban al arte moderno latinoamericano desde muy diversos frentes. Camnitzer es un educador, un filósofo y un artista crítico. Su obra no pierde nunca de vista la relación del hombre con el lenguaje, como tampoco pierde de vista las relaciones entre el arte y el mercado. Tanto en su obra como en sus libros hay una crítica que se centra en el valor del arte, el concepto de original y copia, el de autor como marca registrada y también el de la obra como un espacio para dialogar.
Sala de estar, 1968, es una instalación en la que se colocan los nombres de los muebles y objetos que usualmente encontramos en la sala de una casa. Lo que ha sido memorable, según el personal de los museos en los que se ha expuesto es que la gente automáticamente cambia su comportamiento. Por ejemplo, es muy claro que cuando encuentran la palabra alfombra en el piso, evitan pisar el cuadrado o rectángulo que ha sido marcado con la presencia imaginaria del objeto.
Las relaciones entre el lenguaje y los objetos marcan nuestra conducta en el espacio, pero los objetos también marcan otras relaciones culturales entre nosotros. Relaciones de poder y económicas, que lidian con la «autoridad» en un sentido de autor pero también y de forma muy importante en un sentido de quién tiene el saber.
Pintura Mural, 1972. Dos enormes rectángulos grises pintados en una pared blanca. En uno se ve una factura por el valor de los materiales y la mano de obra. En el otro está la firma de Luis Camnitzer.
«Esencialmente creo que todas nuestras acciones se desarrollan dentro de dinámicas de poder formalizadas en ciertos órdenes. Como artista mi tarea es la de cuestionarlos y empoderar al público para encontrar órdenes y taxonomías alternativas, que sirvan a sus propios intereses y no a los intereses de los que tratan de monopolizar el poder. Para cumplir efectivamente con esta tarea, el artista tiene que acumular cierto poder para ser escuchado, pero esa adquisición de poder muchas veces significa cierta prostitución inevitable. En nuestras sociedades la pureza ideal no funciona y estamos obligados a hacer concesiones. Es aquí donde tenemos que tener los ojos abiertos para utilizar la corrupción sin corrompernos, ni durante la adquisición de poder, ni después cuando lo tenemos. Se trata entonces de una especie de prostitución reversible, no de una insidiosa que nos absorbe sin darnos cuenta y que por lo tanto no se puede deshacer. Es todo esto lo que resumo en el término “cinismo ético.” Luis Camnitzer, Cinismo ético
Plusvalía, 1979: un guante es enviado a varios artistas por correo, junto con la carta que lo acompaña, el artista lo recibe y lo usa, después firma la carta que da constancia de las horas que usó el guante. De acuerdo a las reglas del mercado que marcan el valor de una obra de arte de acuerdo a la proveniencia (las colecciones o instituciones a las que ha pertenecido) este guante tendrá un gran valor en el mercado.
La imagen nos obliga a una cierta modestia. No solamente porque nunca he visto un grano de arena que viniera identificado con un nombre o portando una firma. También porque es bastante difícil que un grano pueda cambiar toda la montaña. Pero, innegablemente, el grano ayuda a darle forma, y eso es todo a lo que podemos aspirar. Luis Camnitzer.
Aquí puedes ver a Luis Camnitzer hablar de su obra mostrada en la Daros Collection en 2010.
Recuerda que puedes activar la traducción al español en el recuadro cc