EXHALAR

JULIA NANDA BEJARANO LÓPEZ 

Cuando respiramos movemos sonido. Cuando soplamos, suspiramos, inhalamos y exhalamos transformamos sonido. Cuando respiramos guardamos secretos. También guardamos secretos en objetos que los cambian. Los secretos suenan, los secretos transforman.

Exhalar es una propuesta sonora realizada en neebex galería (cr3 # 12-42, Bogotá-Colombia) centrada en los sonidos de la respiración a través de la puesta en el espacio de una cocina imaginaria.

Exhalar es la acción de poner en movimiento con nuestro cuerpo el aire, y por consiguiente, el sonido. En Exhalar se propone descubrir secretos y conexiones poéticas, ensayar, escuchar e imaginar a través del encuentro y activación de objetos, susurros, materiales, hojas, soplos, utensilios, suspiros, flores, cavidades, exhalaciones y máquinas que remiten al mundo de la transformación de la materia, el sonido, el teatro y el espacio de la casa. Exhalar son experimentos, posibilidades y sueños que proponen, como una puerta entreabierta, múltiples experimentos y vibraciones sonoras con diversas escuchas físicas e imaginarias  –externas e internas– a partir de los sonidos de la respiración.

La muestra está dispuesta en tres partes, la sala blanca, la sala negra y un patio interior.

En la sala blanca se encuentran una variedad de máquinas-ensamblajes con las que los visitantes pueden interactuar –algunos objetos funcionan mecánicamente y otros de manera electroacústica–: una corneta que vierte respiraciones en un molino para molerlas y guardarlas en un canasto; una tamizadora que tamiza sollozos y llena un recipiente de cerámica negra; una tabla de corte de madera con corneta para escuchar el corte del aire; un dispositivo con matraz que destila soplos hacia un vaso de precipitación con un faro de bronce en su interior; una cernidora giratoria que revuelve con dos manos de aluminio suspiros; una rechinadora vertical que vierte su contenido en una vinagrera; barriles y máquinas de viento que mezclan los sonidos del aire; y una máquina de respiración rodeada de hojas secas y flores con la que se navega y escucha el espacio.

En la sala negra se encuentra una instalación a cuatro canales, un espacio a oscuras de inmersión sonora entre respiraciones como suspiros, soplos y sollozos y sonidos de respiraciones imaginarias. Por un lado, dos cornetas blancas, que remiten la forma de un recipiente, proyectan desde su interior sonidos de respiraciones, y por otro, dos parlantes proyectan sonidos de respiraciones transformadas y reelaboradas electroacústica y digitalmente.

En el centro del patio dos cucharones de madera colgados del techo rememoran un par de orejas y en una maleta de madera se pueden encontrar bocetos, maquetas y referentes del proceso Exhalar.

Cuando respiramos movemos sonido. Cuando respiramos escuchamos las flores, los recipientes, los engranajes, las hojas, las cosas y todos los sonidos que pertenecen al mundo del aire y se transforman con nosotros.